miércoles, 3 de junio de 2009

Colado

Se colocarán los aros en el horno junto con el crisol, éste último se dejará adelante, porque será lo primero que sacaremos del horno y los aros se colocarán con el orificio hacia abajo.
Se enciende el horno en una posición mínima, a los veinte minutos cuando ya se derritió la cera lo subimos a la mitad y a la hora y media elevamos a máximo. Cuando el horno alcanza una temperatura de 800 o 900º C., o sea que si abrimos la puerta y vemos los aros y el crisol al rojo vivo rodeados de llamas, nos indica que ya es tiempo de colar.
Se controlan los manómetros de presión de carga y salida del tubo de oxígeno, la presión de carga estará dada de acuerdo a la cantidad de oxígeno que hay dentro del tubo; la de salida con 4 kg. Por cm2. alcanza.
Primero se abrirá la llave del tubo y luego la de la válvula; preparamos la centrífuga, esta tiene un movimiento muerto hacia la izquierda y uno resistivo hacia la derecha, por acción del resorte.
Le damos una o dos vueltas al brazo y colocamos el seguro; sacamos con una pinza larga el crisol del horno; accionamos la varilla con resorte que nos permitirá colocar el crisol , sacamos un aro del horno y lo colocamos detrás del crisol; haciendo coincidir bien los orificios.
Depositamos en el crisol 3 pastillas de cromo cobalto, también pueden ser 2 pastillas y un botón de un colado anterior. Nos colocamos antiparras, abrimos la llave del gas del soplete al máximo; lo encendemos; abrimos la llave del oxígeno y vamos regulando el soplete hasta que se forme una llama corta y potente . Arrimamos el soplete al crisol y comenzamos a fundir las pastillas; (la temperatura de fusión del cromo cobalto es superior a los 2000º C.) Moveremos el soplete en forma circular y cuando el cromo cobalto se mueve al compás, es que ya está fundido. Ahora soltamos con la mano derecha el seguro de la centrífuga; cuando ésta se detenga, tomamos el aro con las pinzas y lo colocamos en la pileta.
Cuando todos los aros estén colados abrimos la canilla para que se enfríen. Luego con un objeto contundente golpeamos el aro hasta desgranarlo y rescatamos el aparato; tomando éste de un extremo golpeamos sobre el botón hasta sacar el resto del revestimiento.
Después se termina de limpiar el aparato con la arenadora o un cepillo de alambre.

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